El hombre sabe que no puede responder por sí solo a sus propias necesidades. Necesita abrirse al otro, a cualquier cosa o a alguien, que pueda darle aquello que le falta. Debe salir de si mismo hacia aquello que esté a la altura de colmar la amplitud de su deseo.
Quien ha encontrado a Dios, lo ha encontrado todo pues "las cosas finitas pueden dar algo de satisfacción o alegría, pero sólo lo infinito es capaz de llenar el corazón del hombre".
Quien ha encontrado a Dios, lo ha encontrado todo pues "las cosas finitas pueden dar algo de satisfacción o alegría, pero sólo lo infinito es capaz de llenar el corazón del hombre".